El
pasado viernes 14 de junio, los
alumnos de 3º y 4º de la ESO
participamos en una salida la mar de completa dado que, además de aprender un
montón de cosas lo pasamos genial, pero… ¡empecemos por el principio! Nuestra
excursión comenzó a las 8.30 horas y la primera parada fue el Parque Natural del Monasterio de Piedra.
Lo cierto es que, nada más tomar posesión de nuestro asiento en el bus, nos
echamos una cabezadita a fin de que el trayecto se nos hiciera más corto
aunque, los más intrépidos, elegimos disfrutar de la nutrida conversación de
nuestro conductor, Paulino, quien se
comportó tannnnnnnnnnnnnnn bien con nosotros. Al llegar, repusimos fuerzas
tomando un pequeño snack y, acto seguido, comenzamos la visita guiada explorando
las dependencias del Monasterio Cisterciense.
La verdad es que este recorrido nos permitió repasar conceptos que habíamos
estudiado a lo largo del curso tanto a nivel histórico como artístico y, aunque
duró 45 minutos, a nosotros se nos antojaron mucho menos ya que la guía supo
atraer nuestro interés contándonos un montón de anécdotas de lo más variopintas.
Al acabar ésta, las profesoras acompañantes, esto es, Nuria Muñoz y Ana Olarte,
nos dejaron dos horas de ocio para explorar el Parque. La verdad es que el
tiempo y la compañía fueron inmejorables y el paraje… ¡encantador”,
especialmente, la Gruta Iris con sus aguas
turquesas. Al finalizar el trayecto, quedamos para comer los deliciosos bocatas
que llevamos para la excursión y, acto seguido, nos dirigimos a la exhibición
de aves rapaces que había programada. Ni qué decir que, al igual que las
anteriores actividades, nos entretuvo un montón a pesar del fuerte viento que
condicionó ligeramente el vuelo de los halcones, águilas…
Después de ésta, nos pusimos rumbo a Fuendetodos, localidad natal del ilustre Goya, espacio en el que se hallaba el Albergue que habíamos contratado para pasar la noche. Después de nuestros dilemas adolescentes para repartirnos las habitaciones, nos encaminamos a Belchite. Tras explorar el municipio y cenar, iniciamos la visita guiada nocturna que habíamos contratado de la mano de nuestra guía, Nati, a la que agradecemos su profesionalidad y paciencia. Lo cierto es que esta experiencia despertó en nosotros múltiples emociones: dolor, miedo, empatía, curiosidad… Un cielo estrellado, la compañía de unos y otros, y un capítulo fundamental de la historia de nuestro país plagado de anécdotas que bien haríamos en recuperar para evitar posibles fisuras y nuevos enfrentamientos. En fin, a las 12.00, cual Cenicientas, nos encaminamos a nuestro Albergue donde empezamos con nuestra serenata y es que, guitarra, carracas, maracas, panderetas, triángulos en mano… ¡empezamos a dejarnos llevar por la música…!
Al día
siguiente (sí, hacemos un salto en el tiempo porque las bromas, y anécdotas
nocturnas se quedan para nosotros), repusimos fuerzas desayunando todos juntos
y, muy a nuestro pesar, iniciamos una pequeña
marcha por la localidad que duró un par de horas y que incluyó la visita a
la casa natal del artista. De este modo, a las 12.30 horas, iniciamos el camino
de regreso entre risas y alguna que otra canción. Sinceramente, nos los pasamos muy bien por lo que
recomendamos a los alumnos de los futuros cursos que se animen a
participar en esta salida.